Virginia Woolf es considerada como una de las grandes escritoras inglesas del siglo XIX, defensora del feminismo y partícipe de los profundos cambios culturales que trajo una nueva era. Sus obras no sólo se impregnan de sus vivencias, sino también de los acontecimientos que tienen lugar a finales del XIX y principios del XX: la aparición de la psicología, el cinematógrafo, la Primera Guerra Mundial, la rebeldía de las vanguardias pictóricas y literarias. De la misma manera que James Joyce, Virginia experimenta con el manejo del flujo de conciencia, al cual une elementos del recién nacido séptimo arte y de las vanguardias pictóricas, especialmente el cubismo: recurre al montaje, los close-ups y los cortes rápidos para tejer historias tridimensionales. Su actitud depresiva, tanto por su desesperación respecto a la fugacidad de las cosas como por la preocupación de impedir las Guerras Mundiales y evitar el desprecio de la mujer, la conducen hasta el suicidio el 29 de marzo de 1941.-