Un romance irresistible que nos cuenta que a veces no hace falta soñar con príncipes azules para encontrar el amor. Micah es un adolescente normal, encantador y tiene todo a su favor. Sin embargo, aunque sueña con conocer al chico de sus sueños, cuando llega la hora de la verdad se pone tan nervioso que no se atreve a dar el paso e invitarlos a salir. En cambio, en sus redes sí que da rienda suelta a su imaginación dibujando a todos sus crushes y las citas imaginarias que tendría con ellos. Cuando llega al chico 99, la expectativas crecen: ¿y si el chico número 100 fuera el indicado? Micah deberá reunir el valor suficiente para que pase algo. Por eso, cuando en el metro empiece a charlar con un atractivo chico con una cazadora de cuero bordada a mano y una pila de libros de la biblioteca, está seguro de que es el chico 100. Sin embargo, justo antes de que pueda pedirle el teléfono, el chico sale presuroso del vagón, dejándose su chaqueta. Y así, como en La Cenicienta, Micah iniciará una búsqueda para encontrar al dueño de la cazadora. Y, por el camino, descubrirá que tal vez las mejores relaciones no son cuentos de hadas y que que a veces no hace falta soñar con príncipes azules para encontrar el amor.