Madrugada de lunes. Mientras la ciudad duerme, un extraño entra en un local y se sienta junto a un chico que, en la barra del bar, ofrece sus servicios. Ambos entablan una conversación en la que irán derruyendo las barreras que han impuesto entre ellos para acabar profundizando en sus verdaderas personalidades, sus temores y secretos más escondidos. Intercalándose con su historia, asistimos a los fugaces encuentros y desencuentros que se van sucediendo en una ciudad en la que no son pocos los que no quieren dormir. Es una noche más, para la mayoría tan intrascendente como lo ha sido la anterior y lo será la siguiente, pero para estos habitantes circunstanciales de la vigilia nocturna será una noche que cambiará el resto de sus vidas, para bien o para mal. Una avería en el metro nos adentrará en las arterias de la madrugada, en unas calles y locales en los que las máscaras de los nocturnos esconderán sus mentiras o caerán para lucir las intenciones escondidas tras ellas. La noche de las máscaras es una novela coral en la que, como si se tratase de una obra de teatro, los personajes se mueven por el escenario de la ciudad en busca del otro, en busca de sí mismos. Así, nacerán amores y morirán ilusiones, revivirán esperanzas y se agotarán las posibilidades frente a un público, el lector, que desde su localidad asegurada en el patio de butacas presenciará los entresijos de una función que divagará entre la realidad más cruda y la elevación más evocadora.