Es una de las creaciones mayores del teatro de Federico García Lorca. Pieza novísima en forma y contenido, fue el resultado del ambisioso proyecto del poeta de «crear un teatro nuevo, avanzado de formas y teorías» que había de originar el deseado «teatro del porvenir». Destaca en ella la contemplación erótico-filosófica del destino humano expresada en el eterno juego del tiempo, el amor y la muerte.